miércoles, marzo 11, 2009

Carta

Esta noche en tu cuarto, sentado junto al borde de tu cama repasé infinidad de momentos que el universo me ha regalado a través de tu vida. Hoy cuando tu ausencia física en casa es más palpable, los pequeños detalles cobran sentido y aquellas circunstancias que lastimaron de momento nuestro corazón, se tornan anodinas y carentes de sentido, ante la ausencia del abrazo o de la caricia pospuesta a través del tiempo.

Te he visto crecer, hijo, con alegrías, tristezas, llantos, risas, esperanzas, desilusiones, afanes y amores. Y ahora, siete meses después de tu despedida y a solo tres de tu regreso, agradezco a Dios y a la vida la fortaleza que has demostrado para sostenerte sin nuestro apoyo; doy gracias por la fuerza y nobleza de tu espíritu que ha abierto senderos de intelectualidad y sabiduría en medio de maestros y amigos; doy gratitud por tu corazón que se ha templado en el crisol de de la ausencia familiar, no para endurecerse sino para hacerse más noble en el reconocimiento de los sacrificios ajenos y la solidaridad con quien está a tu lado.

Esta noche en tu cuarto, sentado junto al borde de tu cama contemplé tu retrato de ayer, y agradecí a Dios el maravilloso regalo de tu existencia, y empiezo a descubrir mi propia metamorfosis cuando siento que empiezas a dejar de depender de mí, y soy yo quien empiezo a necesitar de tu sostén.

Hijo...esta noche en tu cuarto he lanzado al firmamento, un beso de buenas noches y un susurro de abrazo que te alcance en la distancia.... mientras regresas.

Te amo

domingo, marzo 08, 2009

Felicidad

«Buscas la alegría en torno a ti y en el mundo. ¿No sabes que sólo nace en el fondo de tu corazón?»
Rabindranath Tagore


Todos los credos religiosos, tendencias filosóficas, fundamentos psicológicos y principios neurolingüísticos han coincidido siempre en esta premisa como sustento básico de la felicidad individual y colectiva del ser humano. No busques afuera lo que hay dentro de ti, es lo que está dentro de ti lo que te conduce a tu realización, explora en tu interior y tu vida cambiará, son solo ejemplos de las muchas maneras en que escritores, filósofos, sabios, maestros y guías espirituales, han tratado de hacer comprender a la humanidad, que no vale la pena agotar la vida en esfuerzos vanos por buscar la felicidad en cosas y situaciones del mundo exterior, cuando convivimos a diario con ella sin darnos cuenta.


“No está la felicidad en vivir, sino en saber vivir”, diría el escritor español Diego de Saavedra Fajardo. O bien como lo resume la locución latina “Carpe Diem” cosecha el día, aprovecha el día no lo malgastes, vive cada momento del día. Confía en que cada necesidad diaria será satisfecha de la mejor manera y que, aunque lo creas o no, el mundo está y marcha tal y como debiera ser. Solo hay que pedir.
Los cristianos en cualquiera de sus múltiples congregaciones encuentran en la cita del evangelista Mateo, el fundamento que todo ser humano debería considerar para vivir feliz cada día:
“Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros, y sin embargo, vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No sois vosotros de mucho más valor que ellas?” (Mateo 6:26)

Confía… vive bien… haz lo que tengas que hacer hoy… ámate a ti mismo, da gracias por cada segundo de la maravillosa vida que tienes… disfruta de tu familia, de tus amigos… haz bien tu trabajo… deja que el universo se encargue de cubrir tus necesidades…solo tienes que pedirlo… Sé Feliz!!!